Effata, effata, effata
Se abren los caminos de la abundancia, se despejan las sendas del espíritu, y todo lo bueno que el universo guarda para mí, fluye hacia mí sin obstáculos. Mi mente, corazón y alma se abren a las bendiciones divinas y a la luz que transforma. Todo se alinea perfectamente a mi favor en este momento. Reclamo toda mi energía dispersa, la retiro de donde no me sirve y la devuelvo a mi núcleo, aquí y ahora, así es, gracias.